Fundamentos de la Ley 13584

 

 

El Estado y nosotros, integrantes de la clase política de nuestra Provincia, tenemos una deuda muy grande en el reconocimiento de aquellos que dieron su vida luchando por una sociedad, más equitativa, más justa, más integradora.

            Pensar en la utopía de estos maravillosos militantes de la vida, en la que sacrificaban todo lo suyo en beneficio del bien de los demás, compararla con las mezquindades del presente, debería cuanto menos avergonzarnos.

            Muy pocos fueron los que, en medio de la sangrienta dictadura que nos asoló, fueron capaces de recorrer todos los pasillos del horror donde funcionaban los miembros del proceso para pedir por la vida de sus hijos, sus hermanos, sus nietos.

            Debimos soportar la vergüenza de las leyes de puno final y obediencia debida, luego los indultos, y hoy la prisión de los asesinos en sus confortables viviendas o en cárceles de lujo y muchos otros, gozando de una indebida libertad.

            Y mientras tanto, las MADRES, acompañadas hoy por los HIJOS y los HERMANOS,  siguen alrededor de la Pirámide de Mayo, incansables, pidiendo por memoria, verdad y justicia.

            Y son ellas, acompañadas hoy por muchos mas, las que inclaudicables, con una fortaleza que excede lo humano, nos siguen dando ejemplo y marcando el camino.

            Creo que ya no hay excusas. Treinta años es mucho tiempo. Debemos más que nunca pelear a su lado.

            Es por todo lo expuesto, que solicitamos a los señores legisladores que acompañen con su voto el presente proyecto.